En que te puede ayudar la fisioterapia: mitos y realidades
En que te puede ayudar la fisioterapia: mitos y realidades.
La Fisioterapia puede ayudarnos cuando tenemos una lesión y cuando queremos evitar tenerla. Ya hemos hablado de las muchas patologías o problemas en los que la fisioterapia participa. Sin embargo, la fisioterapia en sí no cura los problemas. Los fisioterapeutas ayudamos al cuerpo en su recuperación, realizamos el seguimiento y lo orientamos.
Todo proceso patológico conlleva su tiempo para recuperarse y no dejar secuelas en un futuro. Los fisioterapeutas seguiremos ese proceso y ayudaremos al paciente a recuperarse enseñando hasta qué punto puede o debe realizar actividad y cuándo es el momento para poder ir más allá.
Muchas veces tendemos a sobreproteger un segmento lesionado, no realizamos ningún movimiento por temor al dolor o a empeorar el problema. ¿Quién no se ha levantado un con un dolor en el cuello que al cabo del día llega a ser un dolor en toda la espalda? Nos giramos de cuerpo entero y forzamos una postura antinatural, con lo que contracturamos toda la espalda. De la misma forma, un dolor en un hombro puede llevarnos a un hombro congelado. El Fisioterapeuta nos ayuda a no quedarnos bloqueados en esa postura, comenzar el movimiento y saber hasta dónde debemos llegar.
De la misma manera, pasado un período de actividad reducida, como puede ser una inmovilización, el fisio será el profesional indicado para ir testando cómo se va recuperando la lesión y decirnos desde y hasta dónde podemos llegar. Por ejemplo, después de un período de inmovilización tras una fractura, no tenemos fuerza para nada pero sí mucho miedo de que algo malo vaya a pasar si forzamos la situación. Ahí un fisioterapeuta nos enseña con su tratamiento y sus consejos, los primeros pasos hacia la recuperación.
Por todo lo expuesto anteriormente repito que el fisioterapeuta no nos cura. Es la propia persona la que se recupera. El fisio pone la base sobre la que se va construyendo la recuperación. Acudir a un fisioterapeuta es la forma de acortar los plazos de recuperación y de hacer que ésta sea lo más completa posible.
Si no tenemos lesión, el fisioterapeuta nos ayuda a evitarla. En el trabajo con deportistas, el papel del fisioterapeuta será el de recuperar lesiones por supuesto, pero también ayudar a que el deportista se mantenga libre de lesiones y pueda seguir asimilando entrenamientos para continuar con su progresión.
El trabajo del fisioterapeuta con deportistas debería ser continuo, ya que no por mucho entrenar vamos a mejorar, debemos ser capaces de asimilar todo aquello que entrenamos. Los deportistas aficionados no siempre escuchamos a nuestro cuerpo todo lo que debiéramos, o no sabemos hacerlo, por eso debemos acudir periódicamente a un fisio que nos valore y descargue para que podamos seguir entrenando. No se trata sólo de acudir antes de una competición, si es que competimos; sino de mantenerse bien.
El fisioterapeuta debe ser el compañero de viaje que nos ayude a tener una buena experiencia tanto en el viaje de la vida, como en el del deporte.