Mochilas niños
Mochilas niños:
Hoy quiero hablaros sobre las mochilas de los niños, la oferta es amplia y muchas veces nos encontramos con el dilema de cual será la más adecuada para nuestros hijos.
El primer aspecto a tener en cuenta debe ser que independientemente del tipo de mochila que escojamos, el peso que acarreemos debe ser el mínimo posible, por tanto, es importante sacar de la mochila todo aquel libro o material escolar que no vayamos a usar ese día. A lo largo del curso, serán muchas las horas en el que nuestros niños llevarán la mochila y al igual que el sobrepeso es perjudicial para nuestra salud osteo-muscular, la mochila supone un sobrepeso añadido en un cuerpo que todavía está en crecimiento.
Sobre las mochilas, las encontramos de dos tipos, con ruedas para desplazarlas por el suelo o las que se llevan a la espalda. Ambos tipos tienen sus aspectos positivos y negativos, así como formas correctas de trasportarlas.
1. Las mochilas con ruedas tienen la ventaja de que el peso no va sobre nosotros, sino que realizamos una menor fuerza para desplazarlas por el suelo. Sin embargo, debemos tener cuidado con la forma en la que la llevamos.
Es más ergonómico poder empujar la mochila y que vaya por delante del niño, que no empujar de ella llevándola detrás.
El mango por el que la arrastramos debe ser de la altura suficiente para que el niño no tenga que agacharse para llegar hasta él, pero no excesivamente largo, lo cual dificulta también la fuerza a realizar para moverla. Por tanto, debe tener un mango extensible, o al menos con variar alturas.
Si hemos de subir o bajar escaleras con las mochilas o si el terreno por el que vamos a pasar es irregular, puede ser difícil arrastrar la mochila, por tanto recomendaría mochilas que tengan posibilidad de llevarse a la espalda también, para facilitar estos aspectos.
2.Las mochilas que se llevan a la espalda tienen la ventaja de que en terrenos irregulares o en caso de escaleras son más cómodas y el peso va pegado a la espalda yu distribuido en una gran zona de contacto. Para ello, el niño debe llevar la mochila colgada de los dos hombros, nunca de uno sólo, lo cual disminuiría la zona de contacto, cargando todo el peso en un sólo lado de la columna y haciendo que la musculatura trabaje de forma asimétrica.
La largura de los tirantes de la mochila debe ser la adecuada para que la mochila quede ajustada entre la zona dorsal y lumbar, en contacto con la espalda en toda su superficie. Si llevamos la mochila demasiado baja, los puntos de apoyo pasan a ser los hombros y los glúteos, el peso se concentra en una superficie menor y al mismo tiempo la tendencia es a aumentar la lordosis lumbar para contrarrestar el peso posterior.
En Jaione Fisioterapia estaremos encantados de solucionar vuestras dudas y preguntas