NIÑOS Y DEPORTE
Recuerdo cuando yo era niña, recuerdo que había niños exentos de la clase de educación física, recuerdo compañeros con escoliosis a los que se les decía que no podían hacer deporte y aquella columna desviada, pasaba de ser eso, a ser una columna débil, vueltas caminando por casa con un libro en la cabeza.
Por suerte, todo cambia y hoy en día sabemos que esa columna también necesita ser fortalecida, podemos sacar de ella todo su potencial siempre y cuando le exijamos al nivel al que está preparada para soportar.
En los tiempos en los que los niños tienen más distracciones que les llevan a estar horas sentados, es en los tiempos en los que debemos poner énfasis en que se muevan, en que trabajen esos cuerpecillos que están creciendo y necesitan hacerse fuertes para tener un futuro prometedor, cuanto más fuertes sean, menos papeletas tendrán para sufrir lesiones y enfermedades en su edad adulta.
Con esto no quiero decir pan para todos, no todos los niños tienen las mismas capacidades ni las mismas inquietudes, puede ser que a tu hijo/a se le dé mal o no le guste correr o darle a un balón, pero, sin embargo, puede patinar o nadar como un delfín. Debemos atender a las inquietudes y capacidades de los niños, que se muevan, pero que lo hagan a su gusto, esa será la forma en la que conseguiremos que se enganchen al deporte y si se enganchan de niños, seguirán practicando en el futuro.
Niño deportista será adulto deportista, siempre y cuando dejemos que lo disfrute y no lo sufra, no todos serán campeones, pero tratemos que sean sanos.