¿Recomendables fajas para dolores de espalda?
Esta pregunta tiene fácil repuesta,¡ NO!
Puede parecer una respuesta brusca y desde luego es matizable, pero en general y casi siempre la respuesta es no.
Es una pregunta frecuente en la consulta y como respuesta, suelo usar otra pregunta: si en nuestro puesto de trabajo somos dos compañeros, los dos con las mismas funciones y resulta que el compañero hace nuestro trabajo, ¿qué hacemos nosotros? La respuesta es fácil, ¡dejar de trabajar!
Con nuestra espalda y las fajas ocurre lo mismo, las fajas sujetan la espalda haciendo el trabajo de nuestros músculos, de forma que los músculos se quedan sin trabajo que hacer y cada vez van siendo más débiles, van perdiendo la poca fuerza que tenían.
Las fajas se pueden o deben usar en una etapa aguda del dolor si tenemos que seguir trabajando, cogiendo malas posturas, levantando pesos… Siguiendo con la analogía anterior, cuando estamos saturados de trabajo, la faja nos ayuda quitándonos el exceso de trabajo. Refuerza la zona lumbar de forma que pueda levantar más peso o aguantar más tiempo en las posturas que nos hacen daño.
Por lo tanto, las fajas son para fases agudas del dolor, cuando no nos queda más remedio que seguir, se colocan para ese momento puntual en el que necesitamos ayuda y se quitan inmediatamente.
Para el resto del tiempo, lo que debemos hacer es fortalecer nuestra espalda, hacer que la faja natural que llevamos todos puesta sea capaz de sujetar el esfuerzo que vayamos a realizar sin necesidad de ayuda. Hacer el trabajo más eficiente.